Es uno de los aceros de construcción al carbono más utilizados, con valores bajos de dureza y altos valores de tenacidad, lo que lo convierte en un acero extremadamente maleable, adecuado para procesos de deformación en frío como el doblado. Tiene un contenido de carbono que lo hace más resistente que el acero E235.
Su excelente soldabilidad, derivada de su bajo contenido de carbono, permite la producción de tubos tanto sin costura como soldados.
La posibilidad de obtener tubos soldados presenta ventajas como una mejor geometría y un mejor aspecto superficial, aunque la soldadura puede representar una crítica para algunas aplicaciones específicas.
La versatilidad de este acero se manifiesta a través de su capacidad de ser suministrado en diferentes estados: recocido, normalizado, en bruto y estirado.
Este acero es uno de los más utilizados, también debido a su rentabilidad.
Es adecuado para componentes mecánicos que no requieren alta dureza, o que necesitan ser deformados en frío o soldados. También puede ser utilizado para aplicaciones que implican cementación y temple.